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Foto del escritorMauricio Zermeño De los Reyes

Parte 1 LOS CHANGOS VOLADORES

En todos los sistemas narcisistas existen toda clase de roles. Los changos voladores siempre estarán presentes en todos los sistemas narcisistas. La palabra para describir este tipo de roles en el idioma inglés se les conoce como "enablers" o "facilitadores" del narcisista. En el sistema narcisista matriarcal, son todos aquellos que ayudan a la madre narcisista a perpetrar las fechorías en contra de ellos mismos, o de los demás miembros de la familia. Son los hiper-reguladores del abuso, las cortinas de humo, los cómplices, los que crean la apariencia de que al interior de la familia: "no pasa nada" (Zermeno, 2020).


Imagen: George Stubbs (nacido en Liverpool el 25 de agosto de 1724 – fallecido en Londres el 10 de julio de 1806)


Es interesantísimo observar, estudiar y tratar de entender la creación de los roles en sistemas familiares narcisistas. De acuerdo con profesionales e investigadores de sistemas organizacionales, familiares o grupales, en toda relación personal existe un intercambio, ya sea emocional, transaccional o grupal. De acuerdo con Von Bertalanffy (Brauckmann, 1999) un sistema está formado por un conjunto de elementos coordinados que interactúan para alcanzar un objetivo en común. A través de su Teoría de Sistemas, Bertalanffy afirma que un sistema se define como una entidad con límites y con partes interrelacionadas e interdependientes cuya suma es mayor a la suma de sus partes. En un sistema dos más dos debería ser cinco.


En un sistema narcisista en donde se crean roles de familia muy particulares, las partes interrelacionadas e interdependientes cuya suma debería ser mayor a la suma de sus partes, no lo es, es decir, hay un elemento sustractor de base que provoca que el sistema no sea funcional o que provoque un desequilibrio, tal y como lo abordaremos más adelante al describir la homeostasis. En el sistema familiar narcisista, dos más dos, son tres.


Todas las familias son sistémicas, es decir, son parte de un sistema que funciona con la interacción de sus miembros al interior y con el entorno al exterior, para alcanzar un bien común.


De acuerdo con Chiavenato (2011) los siguientes elementos existen en un sistema:

a) Entradas o insumos

b) Procesamiento

c) Salida o resultado

d) Retroalimentación


Lo anterior podría aplicarse a cualquier sistema, incluido al sistema familiar. Existen dos tipos de sistemas, los cerrados y los abiertos (Chiavenato, 2011). El sistema cerrado es aquel en el que existen pocas entradas y pocas salidas. Como se describe en el libro Matriarcado Narcisista “al sistema matriarcal narcisista casi nadie entra y pocos salen” (Zermeno, 2020) por lo que éste se puede considerar un sistema familiar cerrado.


Los sistemas abiertos de acuerdo con Chiavenato (2011) “tienen una variedad enorme de entradas y salidas en relación con el ambiente externo. Estas entradas y salidas no se conocen bien, y sus relaciones de causa y efecto son indeterminadas. Por eso el sistema abierto también se llama sistema orgánico. Los mejores ejemplos de sistemas abiertos son las organizaciones en general y las empresas en particular, todos los sistemas vivos y, sobre todo, el ser humano”.

Para entender cómo, cuándo y por qué se forman los roles dentro de los sistemas familiares narcisistas, es menester entender cómo se conforma un sistema en general, y cuáles son sus partes esenciales de acuerdo con la Teoría de Sistemas propuesto por Bertalanffy (Brauckmann, 1999). En los párrafos anteriores a manera de introducción en sistemas organizacionales, se entiende que una familia funcional es un sistema abierto.


Dentro de estos sistemas se pueden detectar elementos que serán importantes para el entendimiento del funcionamientos de los sistemas en general (incluidos los familiares) , sus objetivos e interacciones entre los miembros del sistema y su entorno o universo exterior en el que se desenvuelven.


HOMEOSTASIS


El primer elemento del que haremos referencia y que conforma una parte fundamental de un sistema es la homeostasis. Se entiende como homeostasis (Chiavenato, 2011) al principio básico de preservación del carácter del sistema: el equilibrio cuasiestacionario. En otras palabras, es la energía generada dentro del sistema para que éste permanezca en equilibrio. Esta energía para autorregularse es la que el sistema emplea para crear un equilibrio entre sus partes internas y para tratar de controlar las variables externas (o entradas) hacia el mismo sistema. “Si el equilibrio es alterado por cambios dentro o fuera del sistema, entran en funcionamiento fuerzas correctoras que pueden restaurar el equilibrio o situar al sistema en un nuevo estado” (Elena, 2017).


En un sistema familiar narcisista casi siempre existirán fuerzas disruptivas iniciales, es decir, que causen que el equilibrio interno del sistema se desajuste. Cuando esto sucede, las alarmas del padre o la madre narcisista se prenden y comienza un proceso de homeostasis para mantener el equilibro del sistema. El esfuerzo de la madre o del padre narcisista por corregir el desequilibrio provocado por los miembros, está en función de la energía homeostásica manifestada por el padre narcisista. Derivado de lo anterior, se entendería entonces por qué la madre o el padre narcisista son sumamente controladores, posesivos, opresores y abusivos, y se entendería la presencia evidente de la fuerza neurótica al interior del sistema utilizada por el narcisista, que no tiene otra finalidad mayor que tratar de equilibrar y mantener el estatus quo familiar mediante el control de las entradas y salidas del sistema y sus procesos internos. Es la homeostasis patriarcal en su mayor expresión.


Los miembros de la familia que no estén de acuerdo con el estatus quo, o con el modus operandi familiar, crearán disturbios en el equilibrio del sistema familiar, por lo que se convertirán en los disruptivos internos del sistema. Estos podrán ser llamados por el padre o madre narcisista como el hijo rebelde, el hijo desobediente, la obeja negra, el chivo expiatorio, el niño problema, el irrespetuoso, el hijo grosero, el hijo o hija malagradecido, en fin, la lista es interminable, lo único que se necesita es que algún miembro de la familia disienta o se enfrente al sistema de abuso interno que existe en el sistema familiar.


Esto se aplica a cualquier tipo de sistema familiar en dónde exista un abuso, es decir, sistemas familiares en los que alguno o varios de los miembros abusa de los demás, ya sea psicológica o hasta física y sexualmente. Aplica para sistemas familiares con alcoholismo presente, drogadicción, abusos sexuales, abuso psicológico, sistemas familiares narcisistas, etc. En el caso del padre o madre narcisista, el abuso será ejercido directamente contra todos los miembros de la familia, pero especialmente para el disruptor del equilibrio.


El equilibrio interno del sistema familiar narcisista estará en equilibrio mientras nadie se subleve, mientras nadie mueva las aguas o agite el avispero, es decir, no importa si el sistema interno es justo o no, si hay abuso o no, lo que importa para al padre o la madre narcisista es que el sistema funcione de acuerdo a su plan y cosmovisión familiar. Será primordial para el padre o madre narcisista, que se mantenga el sistema en marcha y a toda costa, que su funcionamiento interno y externo siga trabajando, y que la imagen de la familia perfecta se perpetúe para que el padre o la madre narcisista mantengan el control y reciban el suplemento narcisista. En la cosmovisión del padre o la madre narcisista, la familia es el equivalente a poseer una fábrica generadora de suplemento narcisista, en la que sus trabajadores (hijos y pareja) son los trabajadores perfectos, quienes fungen un rol específico con una finalidad de generar tanto suplemento narcisista como sea posible.


En el momento que surge el disruptor del equilibrio (generalmente uno de los hijos cuando comienzan a tener consciencia del abuso interno presente en todos los sistemas narcisistas), comenzarán a surgir las fuerzas homeostáticas al interior del sistema, controladas por el padre o la madre narcisista para equilibrar el sistema, apaciguar las aguas, para hipernormalizar el abuso (Zermeno, 2020).


La hipernormalización del abuso es una fuerza homeostática que pretende acallar las voces del hijo preadolescente que se manifiesta en contra del sistema hipernormalizado. Justo en este momento es cuando se gesta el rol del chivo expiatorio, del disruptor del equilibrio familiar, de la oveja negra, y es justo cuando el padre o la madre narcisista intentarán equilibrar ipso facto, y de manera homeostática, al sistema.


También es aquí cuando el sistema gesta los roles de changos voladores de los que hablaremos en la segunda parte de este artículo. Con las entradas de información al sistema (años de observación de cada uno de sus hijos) se generarán cada uno de los roles de la familia narcisista, siendo el rol de los changos voladores uno de los instrumentos más utilizados para equilibrar el sistema, para apaciguar al chivo, para dominar y quebrar a los disruptores del equilibrio, para generar tanta energía como sea posible para que el sistema vuelva al equilibrio deseado.


FINALIDAD U OBJETIVO


De acuerdo con el estudio de sistemas familiares (Elena, 2017), todos los sistemas están orientados hacia un objetivo específico. En sistemas familiares saludables o funcionales, uno de sus objetivos será la crianza de los hijos de manera saludable para que se desarrollen y crezcan física, espiritual y emocionalmente, y generar un crecimiento familiar en un entorno de amor y entrega mutua entre sus miembros. Desgraciadamente existen sistemas familiares narcisistas en los cuales la finalidad u objetivo será servir a las necesidades de los padres, y en ese caso en particular, al padre o la madre narcisista.


Por ello, en todos los sistemas narcisistas la finalidad del sistema familiar está en contraposición con la finalidad esencial de una familia y presenta una incompatibilidad con los objetivos de un sistema familiar saludable. Por ello, como lo indica Zermeno (2020) al interior de un sistema familiar narcisista, siempre predominarán fuerzas para hipernormalizar el abuso y se tratará a toda costa que los miembros al interior del sistema no se comuniquen de manera eficiente para imposibilitarlos de entender qué está pasando al interior de la familia. La finalidad de un sistema patriarcal o matriarcal narcisista será servir a los intereses o deseos de los padres por encima de las necesidades de los hijos, desde las emocionales o psicoafectivas, hasta las económicas y de desarrollo personal y profesional.


EQUIFINALIDAD


En los sistemas abiertos de acuerdo con Von Bertalanfly (Brauckmann, 1999) los sistemas alcanzan un mismo objetivo de diferentes formas y acercamientos por cada una de sus variables. Es decir, es un sistema flexible que permite que sus miembros se desarrollen y actúen de forma independiente, respetando su individualidad, sabiendo que entre todos los miembros se buscará el bien del sistema y lograr los objetivos planeados y acordados.


Podríamos por lo tanto afirmar, que, en un sistema familiar saludable, la equifinalidad está presente con la finalidad de que, mediante el desarrollo personal saludable de sus miembros se llegue a un objetivo en común. La homeostasis funciona en contraste directo con la equifinalidad, o, dicho de otra forma, es indirectamente proporcional a la equifinalidad de un sistema familiar, y directamente proporcional al control totalitario del sistema y de sus miembros.


En la equifinalidad la estabilidad del sistema se logra a partir de condiciones iniciales diferentes y a través de medios distintos. Este concepto producirá sistemas familiares saludables ya que predomina la libertad de los miembros dentro del sistema, a diferencia de los sistemas narcisistas totalitarios y controladores en donde predomina la fuerza homeostática para controlar a cada uno de sus miembros (la finalidad de la familia narcisista está trastocada y mal encaminada).


JERARQUÍA


En un sistema familiar saludable, las jerarquías de sus miembros están equilibradas y bien posicionadas de acuerdo con las responsabilidades y funciones dentro del mismo. Los padres se colocan para ser proveedores psicoafectivos de los hijos y no al revés. En el sistema narcisista esta jerarquía está hacia arriba, de cabeza, yuxtaposicionada y completamente desequilibrada. En el sistema familiar narcisista los hijos son los proveedores de los padres, son el suplemento narcisista que la madre o el padre requiere.


Ahora sí, una vez que se explicó cómo surgen los roles de familia y como las fuerzas homeostáticas se generan dentro del sistema familiar narcisista, podremos explicar el rol de los changos voladores. En la próxima parte de este artículo se explicarán las funciones y características de los changos voladores dentro y fuera del sistema familiar narcisista.


Continuará en la parte II de este artículo.

Referencias bibliográficas:


Sabine Brauckmann. 1999. Ludwig von Bertalanffy (1901--1972), ISSS Luminaries of the Systemics Movement


Chiavenato, Idalberto. (2011). Los sistemas de administración de las organizaciones humanas. En ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS El capital humano de las organizaciones(91 - 94). Ciudad de México: Edamsa Impresiones S.A. de C.V.


Elena, Cynthia. (2017). La familia como sistema: Teoria General de los Sistemas. Sep 20, 2020, de Médicos Familiares Sitio web: La familia como sistema: Teoria General de los Sistemas. https://www.medicosfamiliares.com/familia/la-familia-como-sistema-teoria-general-de-los-sistemas.html


Zermeno, Mauricio. (2020). Matriarcado Narcisista. Cómo sobrevivir a un Sistema Familiar Narcisista. Mexico: Metadata Mexico, 2020

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